viernes, 23 de noviembre de 2007

QUÉ ES LA ANOREXIA ?

La anorexia nerviosa se puede considerar como una alteración por defecto, de los hábitos y/o comportamientos involucrados en la alimentación. Las personas que lo padecen dedican la mayor parte de su tiempo a temas alimentarios y todo lo que esté relacionado con ello. La preocupación por la comida y el temor a ganar peso forman lo esencial de este trastorno, junto con la inseguridad personal para enfrentarse a este problema. Niegan la enfermedad y se perciben gordas en alguna parte de su cuerpo a pesar de presentar un aspecto esquelético. Sobreviene la irregularidad menstrual y más tarde la amenorrea o la impotencia en varones.
SINTOMAS DE LA ANOREXIA
1- Negativa a mantener el peso corporal por encima de un peso normal mínimo parar edad y altura
2- Intenso temor a aumentar de peso o engordar, aun cuando tenga peso insuficiente.
3- Percepción distorsionada del peso, tamaño o figura de su cuerpo.
4- En las mujeres, la ausencia de por lo menos tres ciclos menstruales consecutivos.
En general, usted puede estar absolutamente seguro de que una persona tiene anorexia si observa:
1- Peso corporal anormalmente bajo
2- Mantenimiento deliberado de ese peso corporal mediante dieta, ejercicio, abuso de laxantes o diuréticos, o una combinación de los tres.
3- Síntomas de inanición

El razgo común de este desorden alimenticio, es el intentar a como de lugar, mantener el control sobre la cantidad de comida que se ingiere. Periodos de ayuno, conteo obsesivo del contenido calórico de los alimentos, el ejercicio compulsivo, y/o la purgación después de una comida regular. En muchos casos estas personas aparentan tener hábitos alimenticios normales con algunos periódos de restricción. Los anoréxicos son conocidos por comer "galguerías", particularmente dulces, toman grandes cantidades de café y/o fuman.
CONSECUENCIAS FISICAS DE LA ANOREXIA Corazones pequeños
Niñas de 17 años con corazones del tamaño de una de siete. Quedarse, literalmente, en los huesos está provocando alteraciones en el funcionamiento y en el tamaño del corazón.
Un total de 130 niñas anoréxicas españolas han participado en un estudio. Sus resultados: la mayoría poseía un corazón pequeño y sufría alteraciones. Antonio Bayo, jefe de la sección de Cardiología del Hospital Niño Jesús de Madrid y líder del trabajo, afirma: «Nos hemos encontrado con una alta incidencia de anomalías: la mitad de los casos debido a un prolapso en la válvula mitral (mal funcionamiento de dicha válvula); otras sufrían derrame pericárdico (agua fuera del corazón). También se encontraron trastornos del ritmo cardiaco». Los expertos desconocen aún si la recuperación del peso devolverá la normalidad al funcionamiento cardiaco.
Niñas menopáusicas
La amenorrea (pérdida de la menstruación) es uno de los tres síntomas que sirven para el diagnóstico de la anorexia nerviosa. Dicha pérdida ha sido asociada, junto a un aumento de los niveles de ciertas hormonas, como el cortisol, con la aparición de osteoporosis.
Dos años de seguimiento de 42 pacientes han servido para constatar que existía una pérdida de densidad ósea, no recuperable ni con un año de tratamiento con estrógenos. La doctora María Teresa Muñoz Calvo, de la sección de Endocrinología del Hospital Niño Jesús, afirma: «No sabemos si más años de administración de estrógenos servirán para recuperar masa ósea. Sin embargo, hemos comprobado que las que recuperan la menstruación de forma natural sí aumentan la fortaleza de sus huesos».
Hay una serie de posibles consecuencias de ambas enfermedades, una vez que se vuelvan extremas. A saber:
Relaciones afectivas conflictivas
Ulcera de estomago y esófago
Riesgo de paro cardiaco por falta de potasio.
Problemas dentales
Crecimiento anormal del vello capilar
Caída del pelo
Baja la temperatura corporal
Sequedad en la piel
Alteraciones menstruales
Muy bajo rendimiento intelectual y físico
Dificultadas para relacionarse sexualmente
Riesgo de muerte: entre un 4 y un 20 por ciento de los casos de bulimia y anorexia extremas son mortales.
COMPLICACIONES DE LA ANOREXIA NERVIOSA
Perspectivas a largo plazo
En este momento ningún programa de tratamiento para la anorexia nervosa es completamente eficaz. Dos estudios a largo plazo (10 á 15 años) reportaron recuperación después del tratamiento en entre 76% y 90% de los pacientes. En un estudio, sin embargo, la mayoría siguió comiendo menos de lo normal y en ambos estudios la bulimia y el comer excesivo continuaban siendo muy comunes al final del estudio.
Riesgo de muerte
Muchos estudios de pacientes anoréxicos han encontrado tasas de mortalidad que oscilan entre un 4% y 20%. El riesgo de muerte es significativo cuando el peso es menos de 60% de lo normal.El suicidio se ha calculado que comprende la mitad de las defunciones en la anorexia. (Razonablemente se puede tomar la posición de que todos los casos de anorexia son intentos de suicidio.) El riesgo de muerte prematura es dos veces más alto entre anoréxicos bulímicos que entre los tipos de dieta-restrictor. Otros factores de riesgo de muerte prematura incluyen estar enfermo durante más de seis años, obesidad previa, trastornos de la personalidad y matrimonios disfuncionales. Los hombres con anorexia están a un riesgo específico de problemas médicos potencialmente mortales, probablemente porque se diagnostican generalmente más tarde que las niñas.
Cardiopatía
La cardiopatía es la causa médica más común de muerte en las personas con anorexia severa. El corazón puede desarrollar ritmos de bombeo anormales peligrosos y ritmos lentos conocidos como bradicardia. Se reduce el flujo sanguíneo y la presión arterial puede descender. Además, los músculos del corazón llegan a padecer de hambre, perdiendo tamaño. Los niveles de colesterol tienden a subir. Los problemas del corazón son un riesgo específico cuando la anorexia es agravada por la bulimia y el uso de ipecac, el medicamento que causa vómitos.
Desajustes de electrolito
Los minerales como el potasio, el calcio, el magnesio y el fosfato se disuelven normalmente en el líquido del cuerpo. El calcio y el potasio son particularmente críticos para el mantenimiento de las corrientes eléctricas que causan que el corazón lata regularmente. La deshidratación e inanición de anorexia pueden reducir los niveles de líquido y contenido mineral, una enfermedad conocida como desajustes de electrólito, que puede ser muy grave a menos que los líquidos y los minerales se reemplacen.
Anormalidades reproductivas y hormonales
La anorexia causa niveles reducidos de hormonas reproductivas, cambios en las hormonas de la tiroides y mayores niveles de otras hormonas, como la hormona de estrés cortisol. La menstruación irregular o ausente (amenorrea) a largo plazo es común, lo cual con el tiempo puede causar esterilidad y pérdida de hueso. La reanudación de la menstruación, indicando niveles de estrógeno restaurados, y aumento de peso mejora las perspectivas, pero incluso después del tratamiento, la menstruación nunca regresa en un 25% de pacientes con anorexia severa. Las mujeres que quedan encinta antes de recuperar un peso normal, afrontan un futuro reproductivo precario, con pesos bajos al nacimiento, abortos espontáneos frecuentes y una tasa alta de niños con defectos congénitos. El peso bajo solo quizá no sea suficiente para causar amenorrea; los comportamientos extremos de ayunamiento y purgación pueden desempeñar un papel aun mayor en el trastorno hormonal. La pérdida de minerales óseos (osteopenia) y la osteoporosis causada por niveles bajos de estrógeno y aumento de hormonas esteroideas resulta en huesos porosos y sujetos a fracturas. Dos tercios de niños y niñas adolescentes con anorexia no desarrollan huesos fuertes durante este período de crecimiento crítico, una enfermedad potencialmente irreversible. Entre más tiempo persiste la enfermedad, mayor la probabilidad de que la pérdida de hueso sea permanente. Los pacientes que se rehabilitan a una edad temprana (15 años o menores) tienen mayor probabilidad de lograr una densidad ósea normal. Tan sólo la rápida restauración de la menstruación regular puede proteger contra la pérdida ósea permanente; el aumento de peso no es suficiente. Los niños y adolescentes con anorexia también pueden experimentar crecimiento retrasado debido a niveles reducidos de la hormona de crecimiento.
Problemas neurológicos
Las personas con anorexia severa pueden sufrir daño nervioso y experimentar convulsiones, pensamiento desordenado y cosquilleo, pérdida de sensación u otros problemas nerviosos en las manos o los pies. Las exploraciones cerebrales indican que partes del cerebro experimentan cambios estructurales y actividad anormalmente alta o baja durante los estados anoréxicos; algunos de estos cambios regresan a la normalidad después del aumento de peso, pero existe evidencia de que algún daño puede ser permanente.
Problemas sanguíneos
La anemia es un resultado común de la anorexia y la inanición. Un problema sanguíneo particularmente grave es la anemia perniciosa, que puede ser causada por niveles severamente bajos de la vitamina B12. Si la anorexia se torna extrema, la médula ósea reduce extraordinariamente su producción de glóbulos, una enfermedad potencialmente mortal llamada pencitopenia.
Problemas gastrointestinales
La inflamación y el estreñimiento son ambos problemas muy comunes en las personas con anorexia.

lunes, 19 de noviembre de 2007



Yo no tengo ninguno duda, a quienes se afanan en culpar a las personas, quizás porque se creen mejores. Yo opino que las drogas: heroína, cocaína, extasis, cristal, cannabis, alcohol, nicotina, etc…. son malas para las personas.Y es que, por suerte o por desgracia, esto es España. Y como en muchos lugares de mundo el placer inmediato nos gusta, pero tiene sus pegas, que te puede arruinar la vida.
Yo lo flipo, esto es España, creo que ya alguien lo dijo, no semos holandeses, aquí no se puede legalizar el Cannabis, y no porque lo dijese Franco en su día, que argumento más tonto, jejeje. Yo no estaba de acuerdo en su legalización ni cuando tenía 14 años, tengo un compromiso social que me impide estar a favor.
No tengo miedo a la poli, ni a las multas, la peña no va a la cárcel por fumar canutos ni tan siquiera por traficar con pequeñas cantidades, además los maderos suelen ser muy permisivos. El hachis sería más caro, la María también, ¿controles de calidad? no me jodáis, esto es España.
Unos temas, si hablamos de Cannabis pues hablamos de Cannabis, el Alcohol creo que es peor, las TM de pastillas “legales” que toman nuestras madres también, la farlopa no digamos. No acabaríamos con las mafias (origen, distribución) ni de lejos, bueno, habría que subvencionar las plantaciones nacionales ¿no?, a Marruecos le dá algo, a mi me la pela porque yo he plantado la mía desde hace más 10 años. No hay que pensar solo en nosotros. En cuanto al interés económico pues creo que el gobierno está perdiendo muchísima pasta, montañas, pero es un canteo la legalización, con la de retrógradas que hay en nuestro país….no es viable, pero tampoco creo que lo sea a largo plazo, cada vez que un procannábico nombra el alcohol me falta tiempo para pensar, eso eso, ilegalicémoslo también.ddaa, he visitado tu página, me parece perfecto, respeto profundamente lo que defiendes, cuanto más leo pues más me reafirmo, creo que no puede ser, otro tema es el de los datos, menuda guerra, a mi es que no convencen, yo me fijo en lo que veo en la calle, los chavalillos están muy tiraetes, vale, ya sabemos que para ellos no sería legal…..pero sí en futuro no muy lejano, y no es bueno, creo que la cosita está cada vez peor, por lo menos en Madrid. Si hago un esfuerzo intelectual para imaginarme como sería el panorama después de la hipotética legalización, pues no sería muy halagüeño, soy pesado, pero si hacemos balance…..unos (pocos) salen ganando y el conjunto de la sociedad pues pierde, como pasa con el Alcohol y el tabaco ¿no?, o nos ponemos en plan cabezones y también legalizamos la yerba.Hombre, la culpa del aumento de consumo de las Drogas en general, creo que en los países desarrollados, está determinada por la Sociedad de consumo, luego viene lo del uso vs abuso, no sé, no sé. Yo ya pasé la raya inentiligible (personal e intransferible en cada uno) hace 3 ó 4 meses….Siempre se utiliza las mismas variables, drogas/persona=uso-abuso.


miércoles, 14 de noviembre de 2007


CASI NUEVE MIL DENUNCIAS DE MUJERES GOLPEADAS EN LA PROVINCIA
“Te pega y después te llora”
Durante 2005, las comisarías de la Mujer recibieron 8800 denuncias. En la Capital se asistió a 3700 mujeres golpeadas. En territorio bonaerense existen refugios que las albergan, con domicilios ocultos por orden de la Justicia.
//

La vida de Ana tomó otro rumbo cuando se apartó de su marido violento y fue apoyada por sus hijos.
Subnotas
“Llegué a intentar matarme”
Un refugio para miles de madres
Leyes y teléfonos


“¿Sabe quiénes golpean? Los que no tienen capacidad de dialogar. Golpean los que vienen de una vida frustrada, porque aprendieron que la forma de conseguir las cosas es ejerciendo el dominio sobre el otro. Tienen poder, el poder que da la sumisión”, dice Ana, que no se llama Ana pero cuya historia es la misma que relatan otras miles de mujeres golpeadas. En la provincia de Buenos Aires, durante 2005, hubo más de 8800 denuncias en las comisarías de la Mujer y 123 homicidios consecuencia de la violencia familiar. En la Ciudad de Buenos Aires, en el mismo período, se brindó asistencia en los Centros Integrales a 3669 víctimas, según datos de la Dirección General de la Mujer. A nivel nacional, el Consejo Nacional de la Mujer carece de estadísticas.
“Golpean hasta que una dice basta, porque si no te das cuenta de que entrás en la misma espiral de violencia que él y llegás a pensar que un día podes agarrar un cuchillo –prosigue Ana– para clavárselo y no importa lo que te pase en la cárcel porque lo único que querés es zafar de él. No sólo me golpeaba, no sólo me torturaba psicológicamente. Me obligaba a acostarme con él. Yo no quería, pero tenía que hacerlo, me daba asco. Un día, después de una discusión, fui a la cocina y agarré un cuchillo. Pero en ese momento pensé: ‘no vale la pena que por este tipo yo termine en el cárcel’.”
La vida de Ana tomó otro rumbo cuando se fue de su casa, apartándose de su marido violento y, apoyada por sus hijos, recibió la asistencia de profesionales del Refugio Hogar Casa Abierta María Pueblo, una entidad en la provincia de Buenos Aires, donde llegan las mujeres víctimas de violencia sin necesidad de desprenderse de sus hijos. La dirección de la entidad se mantiene reservada por una resolución de la Suprema Corte de la Justicia bonaerense como medida de protección. Existen alrededor de diez refugios con estas características.
Ana no es su verdadero nombre. La violencia que hace tiempo selló su cuerpo hoy hace que prefiera permanecer en el anonimato, pero está convencida de que su testimonio puede ayudar a que su historia no se repita.
La violencia familiar, como algo oculto, puertas adentro, es parte de los testimonios. “Nadie me daba una mano por más que lo supieran. Hoy es un tema que se instaló y yo creo que fue porque hubo muchos niños y mujeres que murieron”, sostuvo Ana.
“Si todas las mujeres que padecen violencia supieran que existen lugares donde las pueden ayudar y que hay leyes que las protegen, las cosas serían diferentes. Hay miles de mujeres que desconocen que existe otra vida además de la de los golpes. Quienes padecemos estos actos tenemos un miedo que nos aprisiona, aun cuando corre peligro nuestra vida. Yo nunca pensé en hacer la denuncia porque probablemente lo que se me venía después era peor, sabía que la policía no me iba a creer, que me iban a decir que algo hice. Además, cuando hacés una denuncia te mandan a tu casa de nuevo. ¿Qué loco, no? Me vuelvo a mi casa con el agresor”, describe Ana.
Las agresiones empezaron siendo psicológicas “pero yo no me di cuenta. Un día la perra hizo caca adentro de la casa, yo venía de trabajar. El entró adelante y empezó a decirme que a mí me gustaba vivir en la mierda y fue al baño y tiró el papel higiénico del tacho de basura por toda la casa. Puedo contar cómo mi cabeza iba al inodoro, o que me agarraba del cuello y me ponía contra la pared. Como mi autoestima estaba muy baja, que me dijeran idiota era algo normal, o que no sirvo para nada, era algo normal. Y pasan los años y una se va acostumbrando. Y te quedás por los hijos”.
Ana insiste: “Los golpes no tienen justificación. Un hombre violento te dice, después de que te golpea, que lo perdones, que no se dio cuenta y promete que no lo volverá a hacer más. Vos escuchás ese verso y después te golpea de nuevo”.
Para Ana, el fin de esta historia comenzó cuando llegó un día tarde de su trabajo después de una larga jornada. “Al día siguiente tenía que presentar un informe. Esa noche él (su marido) me dijo que no quería que yo siguiera trabajando porque no podía ocuparme de los chicos y la casa. Yo le dije que iba a seguir trabajando sin importar lo que me dijera. Después, él quiso mantener relaciones y le dije que estaba cansada. Me rompió el diskette en el que había guardado todo lo que había hecho. Me dijo que quería una puta en la cama y yo le dije que si quería una puta que la pagara. Sabía que atrás de eso venía el tortazo. Entonces me levanté, me fui a la cocina. Siguió torturándome, quiso pegarme y en ese momento yo tenía un cuchillo en la mano y dije: no vale la pena. Me fui a la habitación, agarré mis cosas y me fui de casa. Le dije a mi hijo que me iba y me contestó: ‘Mamá, esto lo tendrías que haber hecho hace veinte años’.”
Después de un tiempo, cuando “él vio que yo no volvía a casa fue a mi trabajo, abrió la puerta del despacho y me alzó pasándome del otro lado del mostrador”. Ese mismo día se le hizo una exclusión de hogar “porque lo que sucedió salió en los diarios, porque yo trabajaba en el Concejo Deliberante de La Plata. Entonces volví a mi casa, él no se podía acercar y yo contaba con custodia policial. Cuando se levantó esa protección, entró por la puerta de atrás violando la norma. Mi hijo me defendió y me gritó que llamara a la policía”.
La historia de Ana es la de muchas otras mujeres. Ana encontró ayuda en el refugio Casa Abierta. Tiene domicilio real reservado según un decreto de la Procuración bonaerense como medida de protección ante situaciones de violencia extrema. Desde septiembre de 2001 hasta febrero del año siguiente Ana estuvo en el refugio. “Hasta que no vieron que yo me podía sustentar económicamente, no me dejaron ir.” Ana hizo hincapié en eso porque su marido “se quedó con todo. Por haberme golpeado fue sobreseído, adujo emoción violenta, es decir, que la situación lo superó. No pasó nada porque yo no tenía denuncias previas hechas”.
Uno de los fundadores del hogar, Darío Witt, relató a este diario que al hogar “se ingresa de manera voluntaria. Desde el primer encuentro las mujeres tienen que tomar decisiones, y eso es algo a lo que antes no estaban acostumbradas. Las víctimas de violencia nunca fueron escuchadas”.
Ninguna de las personas que los llama queda sin atender. “El primer contacto es telefónico y luego se pasa a una entrevista en un lugar neutral, público, si es que la situación no es extremadamente urgente”, explicó Witt. Y aclara: “La alternativa de ingreso al refugio es la última, es decir, cuando el riesgo de vida es extremo. Algunas mujeres sólo necesitan asistencia legal o que las acompañemos para que ellas tomen decisiones”.
Por otra parte, en muchas ocasiones “sabemos que va a volver con su pareja. No condenamos a la que vuelve. La idea es que se plantee algunas preguntas, se replantee algunas cosas, es decir, que vuelva para cambiar. La base está no en si vuelve o no, sino en cómo vuelve”. Para Witt es esencial recordar que “una víctima hace lo que puede, no lo que quiere”.
El titular del refugio hizo hincapié en los oídos sordos de la sociedad “que escucha pero no hace nada. Es necesario que las cosas cambien. Necesitamos que el país sea más justo en este tema”.